Vivimos en un mundo diseñado alrededor de patrones de coloración que nos indican diversas cosas y nosotros respondemos a dichos estímulos de manera instintiva.
La constante estimulación visual que recibe nuestro cerebro a partir de esta distinción constante de tonalidades puede pasar desapercibida. Sin embargo, hemos sido educados para poder responder hasta de manera instintiva a estos matices, y es aquí donde entra el concepto de la psicología del color y como puede servirnos de apoyo para elaborar una identidad de marca que comercializar.
Coloración y Apreciación
Para tener un recuento básico del funcionamiento tras este proceso de apreciación cromática, nos detendremos un momento a entender como es que todo este proceso se llega a dar.
Resumidamente, podemos apuntar sobre la denominada corteza visual. Ubicada en el cerebro, esta zona sirve para poder definir el lugar en el que la información de los colores se llega a procesar.
Lo que viene a sernos de utilidad en este tema se relaciona a esta zona, que habiendo sido sometida a diversos estudios ha ido explicando el como diversos patrones de coloración pueden llegar a tener un impacto sobre nuestra conducta y aspecto emocional. La coloración de tonos que suelen apreciarse como «fríos» como el azul, verde y morado suele vincularse a conceptos de tranquilidad, inercia o ecuanimidad, en contraste y al otro lado de la palestra se aprecian los colores «cálidos» como el amarillo, naranja o rojo que dan mayor impresión de energía, movimiento o cinética.
El branding que se relaciona a la psicología del color se basa fuertemente en los anteriores conceptos.
Aplicación de la Psicología del color en el Branding
Un factor a tomar en cuenta es que, lo descrito previamente se relaciona a un punto de vista estético generalizado en el mundo occidental. La barrera cultural podría implicar alguna interpretación errónea en ese sentido. Para poner un ejemplo podemos basarnos en el uso del color negro y su asociación con el luto para las personas de occidente, en contrariedad a lo que es común en el mundo occidental el color blanco suele relacionarse en diversas culturas de oriente como un sinónimo de luto y no es así con el negro.
Acorde a lo que veníamos delineando, la estandarización del uso de colores «fríos» en espacios laborales ha venido tomando mayor cabida con la idea de generar un ambiente productivo (generalmente aplicado al ámbito de oficinas), en contrapartida podríamos asumir que los colores contrarios a estos se pueden usar en lugares en los que se espera que las personas incurran en actividad física (gimnasios, estadios, etc).
Otra área de investigación en la neurociencia del color se ha centrado en el papel de la coloración en la memoria y la cognición. Los estudios han demostrado que el color puede tener un impacto significativo en tu capacidad para recordar y procesar información. Por ejemplo, es más probable que recuerdes información presentada en color que en blanco y negro. Además, el color se puede usar estratégicamente para mejorar la memoria y el aprendizaje. Por ejemplo, resaltar información importante con colores puede ayudar a que sea más destacada y memorable.
Conclusión
El uso del color en el branding se atiende al propósito del contenido publicitario y como aprovecharlo. Es posible estimular cierta emoción o ánimo sobre un producto. La impronta de estos materiales en la memoria del público dependerá del impacto que pueda causar.
AvisosCorp se puede ocupar de ayudarte a plantear cual podría ser el enfoque que requiere tu marca.
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